martes, 25 de noviembre de 2014

Diez razones para votar con la cabeza

Un movimiento social promovido por la clase alta tiene a una parte importante de España hablando hasta por los codos.  Sin intención de descalificar a sus miembros o su relación con países de regímenes algo polémicos, aquí van diez motivos por los cuales invito a reflexionar sobre algunos asuntos importantes para los próximos comicios electorales, basado en el programa de gobierno de dicha organización.

1. Paga universal para todos los ciudadanos que podría situarse entre 650 y 700 euros mensuales.

No porque no me gustaría recibirla, vamos me apunto el primero jejeje. El tema es que no es viable. Además de lo que supone para el presupuesto del Estado español, es una medida que traería una inflación insostenible. Es decir, si todos por ser españoles recibimos 650 euros al mes por no hacer nada, esos 650 euros valdrían 0 euros. Equivaldrían a lo mismo que recibimos ahora. Además, recibir sin producir nada, no es justo para quienes producen.

2. Rebajar la edad legal de jubilación desde los 67 años que fija la legislación actual (a partir de 2027) hasta los 60 años

¿Cómo?


3. Cambios estructurales en la Constitución: la Soberanía, modelo de Estado, Asamblea Nacional Constituyente...

Si comenzamos así, mal vamos. Ya nos quieren cambiar el país. ¿Qué pasa con quienes estamos felices con el modelo de estado tal y como está? (Ojo MODELO DE ESTADO) Un proceso constituyente no es necesariamente garantía de más democracia. Lamentablemente, quienes logran modificar las reglas del juego cuando llegan al poder, pueden ajustarlas para no soltarlo nunca. No es justo para el resto de actores democráticos que quedan excluídos de dichos procesos, aplastados por adjetivos como peperos, apátridas o fachas. NO QUIERO VIVIR EN LA GRANJA ANIMAL

4. Referéndum revocatorio en caso de incumplimiento del programa si ganara unas elecciones.

Aquí es cuando me saltan las alarmas. Es uno de los temas más controversiales y para mí, donde está la trampa. Cualquiera diría. "Hay que salir de estos corruptos, y si nos sale mal, podremos cambiar". WRONG! ERROR! Este famoso referéndum es tomado del modelo venezolano. (no quiero ser chocante y poner el vídeo donde Iglesias así lo afirma) No lo digo yo, es un hecho, es único en el mundo y fue propuesto por Hugo Chávez Frías en el año 1998. Nos dijo exactamente las mismas palabras. En efecto se celebró el referéndum, revocatorio en 2004 con resultados muy sospechosos. (ver el estudio aquí) Independientemente de ello, la elección fue utilizada en contra de los solicitantes. Se hizo una lista con las personas que exigieron la realización de la consulta y los firmantes fuimos vetados de cualquier acceso a cargo público, crédito o misión. El país se partió en dos y así fue como perdí mi primer empleo a los 18 años como guía del Panteón Nacional. El nombre de esta terrible medida es Lista Tascón.
 

5. La "independencia" de todos los medios de información de grandes grupos empresariales para destinarlos al "pueblo", gestionando la cultura con intención política en pro del "bien común"

Sólo hago algunas preguntas de reflexión: ¿Qué mecanismo controlará la independencia de los medios? ¿Se usarán modelos como el argentino o ecuatoriano? ¿Quién determina qué es el bien común? Cito el caso venezolano, por desgracia el que conozco. Ahí, según el gobierno chavista, los medios estaban controlados por manos privadas, no en manos del pueblo. Para ello, se aprobó la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión en 2005, la cual le dio herramientas suficientes al Estado para controlar el espectro radioeléctrico. En 2007 se cerró primer el canal de tv del país y uno de los pioneros de latinoamérica RCTV y 33 estaciones de radio. En contraparte, el estado venezolano ha creado el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información o SIBCI, el cual es una maquinaria mediática sin precedentes que cuenta con 6 canales de tv, 13 estaciones de radio, 4 periódicos y una agencia de noticias. Sin contar la autocensura de la que son víctimas los propietarios de los pocos medios privados restantes. Entonces ¿Le quitamos los medios a los empresarios y se los damos a un Estado totalitario?

6. Pago selectivo de la deuda, haciendo una auditoría de toda la deuda pública estatal, autonómica y local.

¿Fuga de capitales? ¿A cuánto se disparará la prima de riesgo? ¿Quién va a comprar bono de una deuda que no se va a pagar? Y sobre todo... ¿Quién hará la auditoria?

7. Legalización de ocupación de viviendas vacías.

Si propones cosas como legalizar las ocupaciones ilegales por ejemplo (así sea bajo ciertas condiciones) divides a los que tienen de los que quieren. Si usas descalificativos como casta, descalificas a todos los que tienen una preferencia política, sea cual sea. Eso no es democrático y es terrible para la convivencia de todos. Esto sin pisar el terreno ético de lo que implica quitarle a alguien lo que es suyo. Además yendo a lo práctico... ¿qué banco otorgará un crédito hipotecario si no se garantiza el pago de la hipoteca? ¿Se desestimularía el sector de la construcción?

8. Nacionalizar empresas privatizadas en sectores estratégicos como energía, transporte, sanidad, industria farmacéutica, alimentación o educación entre otros y fijación de precios.

Exprópiese... Jajaja.. no, hablando en serio... estatizar todo es un gran problema administrativo para la nación. Los servicios públicos comienzan a funcionar mal y da más oportunidad a la corrupción. El Estado empresario es muy mal jefe. No admite la disidencia. Si es el mayor empleador... ¿Qué será de sus empleados? Si es controlador, los capitales se van. Es decir, a nadie le gustaría invertir en un país que no es rentable. Y asfixia a la producción, haciendo que los productos comiencen a escasear y suban los precios en un mercado paralelo. El caso de Cuba es un ejemplo claro.

9. 100% de cobertura en gasto farmacéutico y puertas abiertas a la inmigración no regulada.

Entonces.. ¿Quién paga? Si vamos a trabajar 35 horas y nos jubilaremos a los 60... ¿generaremos lo suficiente para mantener el sistema sanitario tal y como está? (por no decir mejorarlo claro está) Me parece un poco utópico de verdad.

10. Alejarnos de ciertas políticas de la UE y disolver acuerdos de libre comercio con EEUU

Me pregunto... ¿Quiénes serán nuestros nuevos aliados? Entre las propuestas de este movimiento, se puede ver la eliminación de programas contra la inmigración no regulada como Frontex y Eurosur, salirnos de la OTAN, derogar el Tratado de Lisboa, o disolver el acuerdo de libre comercio entre España y los Estados Unidos. Si me lo preguntan, prefiero de aliados a estos países democráticos que a Rusia, China o el Mercosur (así mantengamos relación económica con ellos). Me parece que la gente es más feliz en la UE, pero claro, es sólo mi punto de vista.

La razón más importante...

En este país hay una corrupción galopante, eso es un hecho. Pero se puede detener con alternativas razonables. Hay más partidos que PPSOE y Podemos. Hay cosas positivas que olvidamos o no tomamos en cuenta y por las que creo, esto no van por tan mal camino como nos quieren hacer creer:
 - España es el tercer país más visitado DEL MUNDO.
 - El Euro es una de las monedas mejor cotizadas del mercado.
 - Tenemos uno de los 10 monumentos más bonitos del mundo según la revista Lonely Planet. El Guggenheim de Bilbao.
- El País Vasco suma 28 estrellas Michelín en 19 restaurantes.
- Las bodegas de La Rioja alcanzaron en 2011 un récord histórico de exportaciones de vino.
- Un consorcio de empresas españolas está desarrollando el AVE del desierto, un tren de alta velocidad que cubrirá la ruta de La Meca a Medina y que estará listo en 2016.
- España es el país número 1 en trasplantes de órganos por décimo tercer año consecutivo. (Sí 23°!!) 
-España es líder, entre los países de Iberoamérica, en la producción de resultados de investigación y en el registro de patentes en Estados Unidos.


Comparte si estás de acuerdo. Y si no... Podemos hablarlo, comenta tus impresiones sobre este post. Estamos en democracia, hablemos. Construyamos este proyecto entre todos. En paz y en verdadera democracia. Saludos

Escrito por Jorge Ramírez 

lunes, 17 de noviembre de 2014

¡Qué muera La Pepa!

¿A quién no le gustaría trabajar menos horas? ¿Quién en su sano juicio estaría en desacuerdo en coger la escoba y barrer a los corruptos? ¿A quién le disgustaría romper el candado del 78? Pero cuidado. Muy apetecible es la carnada para la presa incauta. Tocar la Constitución representaría un paso definitivo al establecimiento de un nuevo sistema. Una vez aprobada una nueva Carta Magna, la alternabilidad del poder quedaría prácticamente anulada por aquellos que tengan la posibilidad de cambiar los miembros de las instituciones.

Dar la posibilidad a un puñado de políticos de cambiar la Ley Suprema de una nación es firmar un cheque en blanco. Quizás parezca muy alarmista pero los hechos históricos recientes demuestran que los cambios impulsados desde el poder han sido una herramienta para conservar el mismo.

En Nicaragua, Daniel Ortega, quien ya había degustado las mieles del poder absoluto en los años 80, logró que la Asamblea Nacional de su país aprobara una reforma a la Constitución que le garantiza la reelegirse indefinidamente. Evo Morales ya fue “electo” nuevamente como presidente de Bolivia. Ya es su tercer mandato consecutivo y seguirá en lo más alto del mando hasta 2020, luego de haber encomendado a la Asamblea Legislativa de su país que adecuara las normas con el fin de permanecer en la silla.

Otro que también ha logrado copiar el modelo es Rafael Correa, quien levantó una polémica en Ecuador luego de haber logrado una reforma constitucional para reelegirse de manera perpetua. Años antes había dicho “Es muy malo que una persona sea tan indispensable que haga reformar la Constitución y cambiar las reglas de juego”. Vemos que el poder le ha hecho cambiar de opinión.

Es vergonzoso saber que la raíz de este virus dictatorial se asienta en Venezuela con la asesoría de los cubanos. En 1999, Hugo Chávez, luego de haber alcanzado la presidencia cumplió con las promesas electorales de cambiar la Constitución de 1961. La nueva tenía incluidas muchas normas que supondrían una ampliación de derechos para los venezolanos. Lo único que en realidad creció fue el período presidencial, de cuatro a seis años y la posibilidad de reelección inmediata. Ya con años en el poder, y con varios fraudes electorales a cuestas, la propuesta de reelección indefinida fue aprobada en un referéndum que ya había sido rechazado en una oportunidad por la población.

Ahora, en España, los ecos de cambiar la Ley Suprema suenan duro. Durante la proclamación de Pablo Iglesias como Secretario General de Podemos, ya se anunció la ruptura del “candado” de la Carta Magna a través de una Asamblea Nacional Constituyente. La cabeza de la comisión encargada de destruir la Constitución vigente es Juan Carlos Monedero, quien fue asesor de Hugo Chávez y en numerosas ocasiones ha defendido los postulados del chavismo y el socialismo del siglo XXI.


Dicen que nadie aprende en cabeza ajena pero las coincidencias entre procesos son alarmantes. Amigo español, no creas en mesías financiados por empresarios que aparentan ser de izquierdas para afianzarse en el poder. Por el amor de Dios, no seáis tan cerrados y abrid los ojos ante lo que puede aproximarse ¡El tercer mundo está tocando duro a la puerta! Al cambiar las instituciones, cambian sus miembros y así los que alcanzan el poder tienen la oportunidad de acabar con la independencia de poderes. 

En los países latinoamericanos los procesos constituyentes sirvieron para sacudir las instituciones y así colocar gente leal al régimen en los puestos clave, como en el Consejo Nacional Electoral de Venezuela. Es un mecanismo bien ideado para no perder ninguna elección.  

La Constitución es el acuerdo al que llegan los ciudadanos para poder convivir en paz. Son un conjunto de normas que deberían conservarse por el bien común. Hoy los que gritan que "Muera La Pepa" pretenden engañar con un aumento de los derechos ciudadanos pero esconden un deseo de enquistarse en el poder.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Podemos tener unas Fuerzas Armadas revolucionarias

Los soldados ya no estarán encargados de labores de guerra. La revolución militar parece estar llegando a España, específicamente a la Universidad Complutense de Madrid, donde un grupo de jóvenes reciben formación ideológica en la Facultad de Ciencias Políticas. 

 Los chicos pretenden acabar con los privilegios de la “casta” militar al mando de los asuntos en la actualidad. En un manifiesto proponen medidas como establecer la democracia radical, con referendos vinculantes antes de enviar soldados al extranjero y prohibir el uso de mascotas, lo que pondría en peligro a la cabra de la Legión. 

Otro grupo más cerrado está integrado por oficiales, suboficiales y tropa. Los verdes conforman el círculo militar de Podemos, cuyo partido ha logrado sumar 21 en activo, cuatro retirados, un reservista voluntario, un guardia civil y dos mujeres, de acuerdo con las informaciones difundidas por el diario El Mundo.

 Las leyes actuales prohíben a los militares formar parte de cualquier partido político, y por ello el secretismo del movimiento. No se tiene conocimiento de la influencia real del círculo. Si es parte del discurso del partido emergente o si de verdad comienza a cimentarse un movimiento cívico-militar serio. 

En Venezuela, la Constitución de 1961 prohibía expresamente a los miembros de las Fuerzas Armadas militar en cualquier organización partidista. De hecho, estos no podían votar en las elecciones y solo podían participar en la seguridad de las mismas. A la llegada de Hugo Chávez al poder, primer militar en hacerlo desde la salida de Marcos Pérez Jiménez en 1958, las reglas del juego cambiaron radicalmente. La Constitución nueva dio derecho a voto a los militares activos. El talante democrático, independiente y patriota de las Fuerzas Armadas se fue tornando a color rojo, al punto de que en cualquier desfile el alto mando militar autoproclama los cuerpos militares como “Chavistas, Socialistas, Revolucionarias y Antiimperialistas”. 



 16 años después los militares han tomado el control de los asuntos de Venezuela. El más claro ejemplo es el caso de Diosdado Cabello. Coronel del Ejército que se ha desempeñado como vicepresidente, gobernador y ministro. Ahora es presidente de la Asamblea Nacional (Congreso), cargo que debería ser ejercido por un civil, considerando que el poder legislativo representa al pueblo.

 En el régimen de Maduro, los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las armas. “Están en el 25% de los ministerios. Los hombres con más poder del país tienen uniforme militar. Hay una toma del poder por parte de los militares", dijo a la agencia de noticias AFP Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano. Embajadores, gobernadores, directores de universidades, un canal de televisión militar, Banco de la Fuerzas Armada, empresas de construcción, organismos encargados de aplicar rebajas forzadas de precios conforman una lista extensa de militarización de la política venezolana. 

En el país caribeño, la mitad de los estados están siendo gobernados por militares y este mes los miembros de las Fuerzas Armadas recibieron un aumento de sueldo de 45%, mientras que el salario mínimo de los civiles crecerá un 30% en una nación cuya inflación se estima en 60%. Aunque España no es Venezuela, con tu voto podría llegar a serlo.

 No le des la oportunidad a los demagogos a llegar al poder. Cambiarán las reglas del juego para quedarse allí por mucho tiempo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

España no es Venezuela

“¡España no es Venezuela! ¡No puedes comparar!” La mujer intenta disimular su enfado mientras lo dice pero no lo logra. Decido no seguir discutiendo, es inútil querer dialogar con el fanatismo de algunos. Sigo con mi trago en silencio. “Además, las noticias que llegan de Venezuela están manipuladas”. Me encojo de hombros, y me volteo para hablar con la persona que tengo al lado de algún otro tema. Me queda el mal sabor de boca. Durante la noche sigo pensando en ese argumento que escucharía tantas veces para defender a Podemos y su identificación con el chavismo.

Conocí a Podemos luego de las elecciones al parlamento europeo. Mi primera impresión mientras veía los resultados fue pensar que ese sacudón le hacía falta al sistema español. La sensación me duró el tiempo que tuve para buscar a Pablo Iglesias en Google. Sabía quién era, alguna vez lo había visto hablando bien de Chávez y defendiendo al gobierno depuesto de Ucrania. Tenía un programa de televisión donde cantaba las alabanzas de Rusia, Irán, Venezuela y Cuba mientras denunciaba las atrocidades de occidente. Ahí empezó mi desconfianza con ese nuevo partido. Mi generación creció en medio de la palabra Crisis. Desde pequeño recuerdo escuchar en todas partes expresiones del tipo: “No se puede estar peor” “¿Hasta cuándo?” “Aquí hace falta un cambio”. 

Había crisis de empleo, financiera, de seguridad, hospitalaria, social, de infraestructura y un largo etcétera. El descontento era palpable y los culpables estaban a la vista: Los políticos. Por eso tantos de mis compatriotas decidieron optar por una opción que se perfilaba fresca y nueva representada en la figura de Hugo Chávez. En España se vive una situación similar. Un país golpeado por una gran crisis económica y social. Cifras impensables de desempleo que castigan a los más jóvenes. Trabajos precarios. Una clase política devaluada y de espaldas a la realidad del ciudadano de a pie. Nadie cree en los dos partidos fuertes españoles al punto que a manera de ironía en algunos círculos los llaman PPSOE como si fueran el mismo. El clima es perfecto para que los radicales ganen adeptos y surjan mesías dispuestos a capitalizar el descontento y la indignación de la gente. Entiendo que las comparaciones son odiosas. Recuerdo ser de aquellos que se molestaban cuando nos advertían de la influencia de Fidel en mi país. La respuesta solía ser “ Venezuela no es Cuba”. 

Tardaría años en darme cuenta de lo arrogante de esa forma de argumentar y en lo peligroso de creerse por encima de los demás. Por eso hoy por hoy no puedo evitar mirar con un poco de ternura a los que me dicen que “España no es Venezuela”. Cuando pido que me expliquen las diferencias entre ambos países nunca saben decirme nada más allá de las diferencias geográficas, es decir, España está en Europa y es parte de la UE mientras que Venezuela está en América que no es una región reconocida por su talante democrático. Pero este argumento deja por fuera muchas aristas. 

Por ejemplo, para la llegada de Chávez contaba con cuarenta años de democracia, una de las más longevas y estables de la región. Que con sus defectos y la corrupción que había igual tenía instituciones capaces de acusar, enjuiciar y condenar a un presidente en ejercicio que a su vez acató la sentencia. Estos argumentos siempre son recibidos con desconfianza. Según mis interlocutores, gente de mi edad, culta, con estudios, no se puede confiar en nada de lo que dicen los medios pues están todos comprados. Insinúan incluso que yo soy un privilegiado y dejan en duda si soy un facha o no. 

Sin embargo dejan por fuera detalles importantes. Mientras que mis padres crecieron en democracia, los padres de mis amigos españoles casi en su totalidad crecieron en la dictadura de Franco y son producto de esa época. Mi punto con esto es que todavía está muy reciente la democracia española como para creer que están por encima de lo que ocurre en Venezuela y estar dispensando con tanta alegría lecciones acerca de cultura democrática. Puedo decir con toda confianza que esta película no sólo la vi sino que la padecí. El líder carismático que surge del descontento de las masas. Que llega prometiendo villas y castillos. Pero que en verdad detrás de su discurso lo único que se esconde es resentimiento y demagogia.

 Iglesias reniega hoy en día de Chávez como en su día lo hiciera el comandante con Fidel, llegando a afirmar que se trataba de una dictadura en su campaña para luego tenerlo de principal aliado. También negó ser comunista y socialista, negó que se cerraran canales, que se persiguieran periodistas o que se expropiarían empresas. Para luego hacer lo contrario con la cara muy lavada. 

Lo bueno de vivir en esta época es que todo queda registrado. Vídeos sobran de Pablo Iglesias y Monedero hablando bien de la revolución chavista. Llegando incluso a decir que se trata de un ejemplo para un Europa y un referente. Hay vídeos donde se declara abiertamente comunista e incluso alguno donde intenta lavarle la cara a ETA. Sin embargo cuando se confronta a algún simpatizante de Podemos te encuentras con los negacionistas de Pablo. Para ellos todos esos vídeos y todas esas declaraciones son sacadas fuera de contexto (dirían que son falsas si no existiera el registro audiovisual). para cerrar con la coletilla de “España no es Venezuela”. 

Aquí muchos salivan con la idea de ver a Pablo Iglesias caminando por Madrid gritando expropiése al mejor estilo de Chávez. Y esto lo digo porque he visto al tipo decir que democracia es expropiar. Lo que no dice es que en Venezuela ninguna de las empresas nacionalizadas por el gobierno del comandante es productiva (la petrolera fue nacionalizada hace casi 40 años por el mismo presidente que luego fue enjuiciado). En Venezuela se nacionalizaron entre otras: las centrales azucareras, la cementera, productoras de café, la telefónica, la siderúrgica y la electricidad. El resultado ha sido nefasto. Ninguna de esas empresas produce lo suficiente ni siquiera para satisfacer las necesidades del mercado local mucho menos para exportar. No hay cemento, no hay azúcar, no hay café, no hay materia prima, tenemos el internet más lento del continente y los apagones son constantes. 

 Por otro lado Pablo Iglesias estima que no debería haber medios de comunicación privados porque le parecen una perversión. Otro de los planteamientos básicos del chavismo es el de establecer una hegemonía comunicacional en el país. En Venezuela se han cerrado medios de comunicación, se han comprado otros por medio de testaferros y se han abierto nuevos canales pagados por el Estado. A lo mejor a un votante de Podemos esto le parece una genialidad pero en la práctica eso se ha reducido a una presencia constante del gobierno en los medios y desaparición cada vez mayor de la disidencia al punto que durante las elecciones presidenciales del 2014 cuando el candidato opositor daba una rueda de prensa no era transmitida en vivo por ningún medio público o privado. 

Ni hablar de los Derechos Humanos. En Venezuela es una política de Estado desde hace años reprimir cualquier protesta. Recordemos a Chávez diciendo que había que echarles gas del bueno o a Nicolás Maduro alabando el trabajo de los colectivos armados (que pocos meses después su propio gobierno perseguiría y asesinaría uno de sus líderes). Represión que cuando se hace en España es condenada pero cuando se hace en Venezuela los portavoces de Podemos tienen que investigar porque no cuentan con datos suficientes. Como si hubiera un contexto correcto para que una Guardia Nacional le pegue con el casco a una mujer por protestar. No sé qué tanto cuesta decir: Me da el mismo asco cuando Rajoy manda a los antidisturbios a golpear gente que cuando lo hace Maduro. Me queda la impresión entonces que hay violencia institucional buena y violencia institucional mala, que la diferencia es a quién se lo hacen. 

Lo que más me preocupa ver en la gente que comenta en noticias acerca de este nuevo partido de ideas jurásicas es la poca inclinación al diálogo. Si les increpas por declaraciones textuales de los miembros de Podemos de inmediato te acusan de ser de la casta. Incluso hay quien pide que no se les critique ni se les exija nada a sus dirigentes. Aparentemente que a España le haya ido mal con la derecha de Franco, la centroderecha del PP y la centroizquierda del PSOE no es motivo suficiente para preguntarse si el problema tal vez no es poner a alguien en el poder y luego no exigirles nada. Cada quien es libre de votar al partido de su preferencia pero por lo menos que sepan a lo que votan. Que indignarse está muy bien porque están pasando cosas terribles. El sistema político español necesita una buena sacudida para sacar a todos los sinvergüenzas que están en el poder. Es mentira que luego que lleguen se van a ir si no puede cumplir lo prometido, eso lo dicen todos. Chávez hasta llegó a decir que se cambiaba el nombre si durante su primer año de gobierno habíán niños en la calle, una de tantas promesas que no cumplió y no se marchó. Al final nadie aprende en cabeza ajena pero yo no puedo compartir ninguna esperanza ni ninguna alegría por la aparición de Podemos, sería traicionarme. Y sí para mí es imperdonable una relación con Chávez como una relación con W. Bush. 

En Venezuela acabamos con la casta para sustituirla por una nueva a la que se les dio carta blanca para hacer lo que quisieran y lo único que han hecho es destruir al país. Pero nunca es su culpa, siempre es culpa de los Estados Unidos o de la oligarquía (así le dicen a la casta) a pesar de llevar quince años en el poder. Es culpa de los que vinieron antes. Espero que no pase eso en España, que después de cuatro años de legislatura de Podemos no les digan: es que necesitamos otros cuatro y otros cuatro y así al infinito, así hasta que sean la nueva casta española.

Tomado de Panfleto Negro 

sábado, 8 de noviembre de 2014

Falangistas también van a por la casta

El lugar común de que los extremos se tocan puede llegar a ser cierto en algunos casos. La noche del siete de noviembre, un grupo de falangistas se concentró en la Plaza de la Ópera para manifestarse a favor de la unidad de España. Los más jóvenes, uno con una lata grande de Mahou Clásica en mano, cantaban consignas contra el separatismo con su brazo derecho alzado al mejor estilo hitleriano, mientras que los más adultos ondeaban sus banderas nacionales con el mayor de los orgullos.

Cerca de las 20:22, un chico de las juventudes falangistas subió a la tarima para dirigirse a sus camaradas. Al tomar la palabra fustigó a los que acusó de ser culpables del separatismo y sus cómplices. “Cuando Telecinco coloca en su pantalla a caricaturas del españolismo como Belén Esteban está colaborando con el separatismo”.

A medida que avanzaba su discurso, los partidarios de sus ideas se acaloraban más en medio de la noche otoñal. Luego el fustigado fue el presidente Mariano Rajoy, por la supuesta permisividad que ha tenido con los movimientos independentistas. Lo que vino a continuación hizo que viajara a la Caracas de 1998. El muchacho calificó de “podrido” el sistema bipartidista español y lo culpó de la crisis reinante en la actualidad.

Se encienden las alarmas. La todavía joven democracia española puede verse amenazada por la sombra del mal encausado hastío de los ciudadanos. Si un grupo de muchachos de ultraderecha coincide con su lado opuesto en acabar con la llamada “casta”, es un indicativo de que los partidos tradicionales deben hacer algo urgente para conservar el estado de derecho, la independencia de poderes y la libertad de expresión: en fin, la democracia.

En Venezuela, en 1998, Hugo Chávez, un outsider, autor de la intentona golpista de 1992, llegó a la presidencia gracias a un grupo de la población que se había alejado de los partidos a los que durante décadas apoyaron con firmeza. El electorado se inclinó por opciones radicales y antisistémicas. Se incrementó el grupo de ciudadanos que se declaraban independientes y apolíticos (no interesados en la política), y los partidos tradicionales perdieron su credibilidad como instituciones intermediarias entre el Estado y la Sociedad Civil.


Hoy, 16 años después Venezuela está sumida en la más grande miseria de su historia. Un grupo de militares logró destruir la democracia más estable de América Latina usando al mismo sistema para implosionarla. Una vez en el poder  no lo soltaron hasta hoy. Los venezolanos que estamos en España no queremos el mismo destino para la tierra que nos ha acogido. Es nuestro deber alertar a los más jóvenes, a la clase media y en especial a los dueños de medios para que contribuyan con la conservación de la democracia.     

viernes, 7 de noviembre de 2014

¿Qué está pasando en Venezuela?


15 años de experiencia

A los 15 años ya la niña es mujer. La mayoría de los perros a esa edad ya ha pasado a mejor vida. Cosas que parecerían más duraderas como un colchón o una estufa de gas por esa fecha ya estarían caducas.

Poco más de década y media ha permanecido en Venezuela la llamada revolución bolivariana, constituyéndose así el gobierno (tiranía) más largo del siglo XX / XXI después del régimen totalitario establecido por Juan Vicente Gómez desde 1908 a 1935.

Una quincena llena de argucias, trampas electorales, violencia estatal, paramilitares en los barrios venezolanos, inseguridad propiciada por el mismo régimen para sembrar el terror y evitar protestas, autogolpes, infiltrados, control absoluto de los poderes públicos, polarización política, discurso revanchista y violento, híperinflación, poquísimas libertades económicas, control de cambio, corrupción generalizada, caos de los servicios públicos, descomposición social, multiplicación de los pobres: en fin, populismo-facista.
  
Muchos de nosotros, cansados de esta realidad, tuvimos que dejar nuestros empleos estables, nuestras familias, nuestras playas y montañas para probar suerte en otras latitudes.

En marzo de este año, ya al otro lado del atlántico, vimos con horror como las protestas estudiantiles contra la escasez de insumos básicos y la inflación fueron reprimidas brutalmente por aparato del Estado venezolano. En gran medida, muchos de los exiliados pudimos informarnos más que los propios habitantes del país sobre la tortura y asesinato de decenas de jóvenes, porque los medios privados nacionales están censurados y los estatales al servicio del partido de gobierno.

Hoy las colas kilométricas para comprar comida, medicamentos, productos de limpieza e higiene personal, el silencio de las personas y los medios y la dependencia absoluta del Estado son el pan de cada día para el pobre que no pudo tomar un avión para salir de Venezuela.

Ahora, en España, muchos de mis paisanos vemos con preocupación como las mismas condiciones que permitieron el ascenso de Chávez al poder se están replicando poco a poco en tierras europeas. Crisis económica, casos puntuales de corrupción, desempleo y el hastío que sienten las personas por los partidos tradicionales le abren paso a un joven que ha tenido el apoyo del régimen venezolano para poder repetir el golpe a la democracia que protagonizó el chavismo hace 16 años atrás.

Por ello es nuestro deber alertar a los españoles, en especial a los más jóvenes, sobre los peligros que significa elevar a lo alto del poder a un grupo que pretende destruir "la casta" para convertirse en ella. El chavismo acabó con el sistema bipartidista, no para cumplir con las promesas de destruir la corrupción, terminar con el sectarismo y disminuir la pobreza, sino para multiplicar los problemas que ya existían, para aferrarse al poder que una vez el pueblo les dio y para regar su veneno falaz a otras naciones del continente a partir de la bonanza petrolera que manejaron a discreción.

Este post es una declaración de principios. El blog Abre Los Ojos, busca describir paso a paso las similitudes entre los procesos de Cuba, Venezuela, Argentina y los destellos que de los mismos se van sembrando en España a partir de falacias, manipulaciones y el uso magistral de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Una experiencia de 15 años no puede ser tomada en vano por los españoles.